La pasada semana, el recién proclamado Gobierno Autónomo Indígena de la Nación Originaria Uru Chipaya declaró la situación de emergencia en su territorio debido a las lluvias que provocaron inundaciones en un total de 16 municipios del departamento de Oruro, dejando 2.436 familias afectadas, según Olso Paravicini, el jefe de la UGR (Unidad de Gestión de Riesgos) del departamento de Oruro.
En Chipaya, 300 familias de los cuatro ayllus han sufrido las consecuencias del desbordamiento del río Lauca, que ha inundado el pueblo y lo ha dejado incomunicado durante el fin de semana del 16 al 19 de febrero. La riada dañó sus casas, los sembradíos, y ha provocado graves pérdidas en el ganado.
En Manasaya, que tiene un área de producción de quinua, papa y cañahua de unas 90 ha., se ha perdido alrededor del 60% del cultivo y un 80% de la producción pecuaria ha sido afectada. La población, de aproximadamente unas 170 familias, tuvo que ser evacuada a Santa Ana de Chipaya dado el daño provocado por el agua en sus viviendas.
Lo mismo ha sucedido en el resto de ayllus. En Aransaya y Wistrullani, la producción agrícola afectada es del 90%, así como la pecuaria, donde el ganado ovino y camélido quedaron aislados y sin comida, teniendo que ser toda su población evacuada también al centro del pueblo. El ayllu más afectado ha sido Ayparavi, que ha perdido el 100% de su producción agraria y el 90% de su ganado. Este ayllu quedó totalmente aislado y necesitó apoyo para su abastecimiento alimentario y de primeros auxilios.
Ante la llegada de las lluvias, el 16 de febrero las autoridades máximas del Gobierno Autónomo Indígena de la Nación Originaria Uru Chipaya (el Lanqsñi Paqh Mäh Eph o el alcalde, más el Laymis Parla u órgano legislativo) se reunieron junto a las autoridades originarias de los cuatro ayllus (hilakatas) para activar la situación de emergencia y coordinar las actividades de respuesta ante las inundaciones. Con el apoyo de la ONG GVC, se comenzó a trabajar en la contención del agua colocando defensivos de arena. Sólo maquinaria pesada pudo ingresar al lugar y un tractor perdió la estabilidad en medio del río quedándose estancado, lo que dificultó las tareas.
El sábado 17 de febrero se envió el informe de emergencia detallando los daños sufridos a la UGR del Gobierno departamental de Oruro, quien entregó días más tarde a través de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) garrafas de gas y cocinas portátiles a los damnificados. Ahora se trabaja para declarar el lugar como “zona de desastre natural” y así poder recibir las pertinentes ayudas del Gobierno departamental.
Las inundaciones han provocado problemas de salud en al menos 9 niños que presentaron enfermedades respiratorias y 15 con problemas estomacales, además de otros 10 con dermatitis por las condiciones climáticas. También se han presentado estos problemas en adultos debido a las malas condiciones del agua.
A parte de las pérdidas inmediatas, hay que tener en cuenta que los cuatro ayllus han perdido las semillas para la próxima campaña agrícola, y que el ganado que ha quedado a salvo va a precisar de una atención especial para la prevención de posibles enfermedades.
De acuerdo con el Senamhi (Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología), las lluvias van a continuar hasta el mes de marzo, aunque con menor intensidad, pero se debe seguir trabajando en la prevención puesto que aún hay riesgo de nuevas alertas.